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sábado, 28 de marzo de 2020

GIOCONDA BELLI - LOS PORTADORES DE SUEÑOS

Henri Matisse "naturaleza muerta, mujer dormida", 1940


"En todas las profecías
está escrita la destrucción del mundo.
Todas las profecías cuentan
que el hombre creará su propia destrucción.

Pero los siglos y la vida
que siempre se renueva
engendraron también una generación
de amadores y soñadores;
hombres y mujeres que no soñaron
con la destrucción del mundo,
sino con la construcción del mundo
de las mariposas y los ruiseñores.

Munch, Edvard. Reclining Female Nude - 1913

Desde pequeños venían marcados por el amor,
detrás de su apariencia cotidiana, 
guardaban la ternura y el sol de medianoche.

Las madres los encontraban llorando 
por un pájaro muerto 
y más tarde también los encontraron a muchos 
muertos como pájaros. 

Estos seres cohabitaron con mujeres traslúcidas
y las dejaron preñadas de miel y de hijos verdecidos
por un invierno de caricias.

Así fue como proliferaron en el mundo los portadores de sueños,
atacados ferozmente por los portadores de profecías
habladoras de catástrofes. 

Mijail Larionov, Desnudo azul, 1908

Los llamaron ilusos, románticos, pensadores de utopías
dijeron que sus palabras eran viejas
y, en efecto, lo eran porque la memoria del paraíso
es antigua al corazón del hombre.

Los acumuladores de riquezas les temían
lanzaban sus ejércitos contra ellos,
pero los portadores de sueños 
todas las noches hacían el amor
y seguía brotando su semilla del vientre de ellas
que no sólo portaban sueños sino que los
multiplicaban y los hacían correr y hablar.

Marie Vorobieff, dos mujeres dormidas

De esta forma el mundo engendró de nuevo su vida
como también había engendrado
a los que inventaron la manera
de apagar el sol. 

Los portadores de sueños sobrevivieron a los
climas gélidos pero en los climas cálidos casi parecían brotar por
generación espontánea.
Quizá las palmeras, los cielos azules, las lluvias
torrenciales tuvieron algo que ver con esto,
la verdad es que como laboriosas hormiguitas
estos especímenes no dejaban de soñar y de construir
hermosos mundos,
mundos de hermanos, de hombres y mujeres que se
llamaban compañeros,
que se enseñaban unos a otros a leer, se consolaban
en las muertes,
se curaban y cuidaban entre ellos, se querían, 
se ayudaban en el arte de querer y en la defensa de la felicidad.


Eran felices en su mundo de azúcar y de viento,
de todas partes venían a impregnarse de su aliento,
de sus claras miradas,
hacia todas partes salían los que habían conocido
portando sueños soñando con profecías nuevas
que hablaban de tiempos de mariposas y ruiseñores
y de que el mundo no tendría que terminar en la
hecatombe.

Por el contrario, los científicos diseñarían
puentes, jardines, juguetes sorprendentes
para hacer más gozosa la felicidad del hombre. 

Son peligrosos - imprimían las grandes rotativas
Son peligrosos - decían los presidentes en sus discursos
Son peligrosos - murmuraban los artífices de la guerra.
Hay que destruirlos - imprimían las grandes rotativas
Hay que destruirlos - decían los presidentes en sus discursos 
Hay que destruirlos - murmuraban los artífices de la guerra.




Rupert Bunny, Endormies (dormidas) 1904

Los portadores de sueños conocían su poder
por eso no se extrañaban
también sabían que la vida los había engendrado
para protegerse de la muerte que anuncian las
profecías y por eso defendían su vida aun con la muerte.
Por eso cultivaban jardines de sueños
y los exportaban con grandes lazos de colores.

Los profetas de la oscuridad se pasaban noches y días enteros
vigilando los pasajes y los caminos
buscando estos peligrosos cargamentos
que nunca lograban atrapar
porque el que no tiene ojos para soñar
no ve los sueños ni de día, ni de noche.

Y en el mundo se ha desatado un gran tráfico de
sueños que no pueden detener los traficantes de la muerte;
por doquier hay paquetes con grandes lazos
que sólo esta nueva raza de hombres puede ver
la semilla de estos sueños no se puede detectar
porque va envuelta en rojos corazones
en amplios vestidos de maternidad
donde piesecitos soñadores alborotan los vientres
que los albergan.




Tamara de Lempicka, "La túnica rosa", 1927

Dicen que la tierra después de parirlos
desencadenó un cielo de arcoiris
y sopló de fecundidad las raíces de los árboles.
Nosotros sólo sabemos que los hemos visto
sabemos que la vida los engendró
para protegerse de la muerte que anuncian las
profecías.


GIOCONDA BELLI

martes, 24 de marzo de 2020

¡OH, MI YO! - WALT WHITMAN - [Y VIDEO]

"Yo, dondequiera que viva mi vida, 
quiero hacer frente a las contingencias
y encarar la noche, 
las tormentas, 
el hambre, el ridículo, 
los accidentes y los rechazos 
como lo hace el animal.."

Klimt


¡Oh yo, vida! Todas estas cuestiones me asaltan,
del desfile interminable de los desleales,
de ciudades llenas de necios,
de mí mismo, que me reprocho siempre, pues,

¿Quién es más necio que yo, ni más desleal?
de los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos
despreciables, de la lucha siempre renovada,
de los malos resultados de todo, de las multitudes
afanosas y sórdidas que me rodean,
de los años vacíos e inútiles de los demás,
yo entrelazado con los demás,
la pregunta, ¡oh, mi yo!, la triste pregunta que
vuelve: "¿Qué hay de bueno en todo esto?"
y la respuesta:
"Que estás aquí, que existen la vida y la identidad,
que prosigue el poderoso drama y que quizás
tú contribuyes a él con tu rima".




Walt Whitman


Y, mientras se lee este grandioso poema, ¿qué mejor forma de hacerlo que con esta música de fondo? - Disfruten


(Paolo Pandolfo; Bach Cello Suite 1, Prelude (Viola da Gamba)






*Entrada que hice en el año 2014 y que hoy vuelvo a publicar, por lo esplendoroso de este ser humano hermoso.


domingo, 5 de noviembre de 2017

CURSO BÁSICO DE RACISMO Y MACHISMO - EDUARDO GALEANO



(...) "Por algo fueron mujeres las víctimas de las cacerías de brujas, y no sólo en los tiempos de la Inquisición. Endemoniadas: espasmos y aullidos, quizá orgasmos, y para colmo de escándalo, orgasmos múltiples. Sólo la posesión de Satán podía explicar tanto fuego prohibido, que por el fuego era castigado. Mandaba Dios que fueran quemadas vivas las pecadoras que ardían. 

La envidia y el pánico ante el placer femenino no tenían nada de nuevo. Uno de los mitos más antiguos y universales, común a muchas culturas de muchos tiempos y de diversos lugares, es el mito de la vulva dentada, el sexo de la hembra como boca llena de dientes, insaciable boca de piraña que se alimenta de carne de machos. Y en este mundo de hoy, en este fin de siglo, hay ciento veinte millones de mujeres mutiladas del clítoris.

No hay mujer que no resulte sospechosa de mala conducta. Según los boleros, son todas ingratas; según los tangos, son todas putas (menos mamá). En los países del sur del mundo, una de cada tres mujeres casadas recibe palizas, como parte de la rutina conyugal, en castigo por lo que ha hecho o por lo que podría hacer:

—Estamos dormidas— dice una obrera del barrio Casavalle de Montevideo. —Algún príncipe te besa y te duerme. Cuando te despertás, el príncipe te aporrea.

Y otra:

Yo tengo el miedo de mi madre, y mi madre tuvo el miedo de mi abuela.

Confirmaciones del derecho de propiedad: el macho propietario comprueba a golpes su derecho de propiedad sobre la hembra, como el macho y la hembra comprueban a golpes su derecho de propiedad sobre los hijos.

Y las violaciones, ¿no son, acaso, ritos que por la violencia celebran ese derecho? El violador no busca, ni encuentra, placer: necesita someter. La violación graba a fuego una marca de propiedad en el anca de la víctima, y es la expresión más brutal del carácter fálico del poder, desde siempre expresado por la flecha, la espada, el fusil, el cañón, el misil y otras erecciones.





Eduardo Galeano 

Patas arriba: la escuela del mundo al revés, fragmento




"El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres". 

Simone De Beauvoir


lunes, 26 de junio de 2017

ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY - EL CREADOR DE UN HOMBRECITO EXTRAORDINARIO


Por más de cuarenta años no se tuvo idea de que pasó con la aeronave piloteada por el escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Un día 31 de julio de 1944 cayó al mar Mediterráneo. 

En el año 2000 los investigadores Lino von Gartzen y Luc Vanrell localizaron el desaparecido avión, a ochenta metros de profundidad. Y el rompecabezas empezó a armarse. Una cosa llevó a la otra, se siguieron, claves, pistas y datos hasta dar, en el año 2008, con un anciano alemán de 88 años llamado Horst Rippert, un periodista deportivo jubilado. Él les contó la historia.

Corrían los días de la Segunda Guerra Mundial cuando Rippert —entonces un joven piloto alemán de 24 años— derribó un avión que cayó hundiéndose en el mar, cerca de la costa de Marsella, sobre el Mediterráneo. 

"A los días de mis disparos dijeron que era Saint-Exupéry. Esperé y espero que no fuera él", les dijo. 

Pero el piloto de esa nave sí era por desdicha el autor de: El aviador, Vuelo nocturno, Tierra de hombres, Piloto de guerra, El principito, entre otras obras.





Así murió el hombre que legó a la humanidad uno de los personajes más inspiradores y lúcidos de todos los que pueblan la vasta literatura terrícola. 

Un año antes de que dispararan sobre su avión publicó su inmortal relato corto El Principito (1943), con dibujos de su propia factura. Una obra que ha sido traducida a más de 180 lenguas y dialectos, y es el segundo libro más leído del planeta, después de la Biblia.

Libro publicado en 1943 y escrito por Antoine de Saint-Exupéry, que narra la historia de un aviador perdido en medio del Sahara, que en la tarea de arreglar su avioneta averiada, se encuentra con un pequeño príncipe proveniente de otro planeta. 

Y es en este encuentro donde se hacen amigos y donde el pequeño príncipe le comparte historias sobre el amor, el egoísmo y la maldad que la gente grande cree que es normal, pero que el principito se rehúsa a aceptar.
El Principito es una metáfora del sentido de la vida, la búsqueda de la felicidad y del amor. El extraordinario hombrecito que lo protagoniza le hace ver a otro de los protagonistas (el aviador) la estupidez humana, y la pérdida de la sabiduría, sencillez y sensibilidad de la infancia que padecen los adultos.




El Principito es una crítica a la pedantería y erudición baratas, a la tentación por lo oscuro, al afán de acumular poder. Este niño de melena color del trigo, sueña y es el único amo de sus sueños y de sus fantasías.

Es un poderoso símbolo político de libertad, de transparencia, de verdad.


FRAGMENTOS DEL LIBRO:



CAPÍTULO VI

Ah, principito ! así fui comprendiendo poco a poco tu pequeña vida melancólica. Por mucho tiempo no habías tenido por distracción más que la dulzura de las puestas de sol. Me enteré de este nuevo detalle el cuarto día a la mañana, cuando me dijiste:

- Me encantan las puestas de sol. Vamos a ver una puesta de sol.



- Pero hay que esperar.

- Esperar qué ?

- Esperar a que se ponga el sol.

Primero pareciste muy sorprendido, y luego te reíste de ti mismo. Y me dijiste:

- Siempre creo que estoy en casa !

En efecto. Cuando es el mediodía en Estados Unidos, el sol, como todo el mundo sabe, se pone en Francia. Bastaría poder ir a Francia en un minuto para asistir a la puesta del sol. Lamentablemente, Francia está demasiado alejada. Pero en tu planeta tan pequeño, te alcanzaba con correr tu silla algunos pasos. Y mirabas el crepúsculo cada vez que lo deseabas...

- Un día, vi al sol ponerse cuarenta y tres veces !

Y un poco más tarde agregabas:

- ¿Sabes? cuando se está tan triste a uno le gustan las puestas de sol.

- ¿El día de las cuarenta y tres veces estabas entonces muy triste? Pero el princípito no respondió.


****




CAPÍTULO XIII

El cuarto planeta era el del hombre de negocios. Estaba tan ocupado que ni siquiera levantó la cabeza cuando llegó el principito.

- Buen día – le dijo éste. – Su cigarrillo está apagado.

- Tres y dos son cinco. Cinco y siete doce. Doce y tres quince. Buenos días. Quince y siete veintidós. Veintidós y seis veintiocho. No tengo tiempo de volver a encenderlo. Veintiséis y cinco treinta y uno. Uf! Eso da entonces quinientos un millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno.

- Quinientos millones de qué ?

- Eh? Todavía estás ahí ? Quinientos un millones de... ya no sé... Tengo tanto trabajo ! Yo soy un hombre serio, no me entretengo con tonterías ! Dos y cinco siete...

- Quinientos un millones de qué – repitió el principito, que nunca jamás había renunciado a una pregunta una vez que la había formulado.



El hombre levantó la cabeza:

- Desde hace cincuenta y cuatro años que habito este planeta, no fui perturbado más que tres veces. La primera vez fue, hace veintidós años, por un abejorro que había caído de Dios sabe dónde. Producía un ruido espantoso, y cometí cuatro errores en una suma. La segunda vez fue, hace once años, por una crisis de reumatismo. Me falta ejercicio. No tengo tiempo de pasear. Soy una persona seria. La tercera vez... es esta ! Decía entonces quinientos un millones...

- Millones de qué ?

El hombre de negocios comprendió que no había ninguna esperanza de paz:

- Millones de esas pequeñas cosas que se ven a veces en el cielo.

- Moscas ?

- Pero no, de esas pequeñas cosas que brillan.

- Abejas ?

- Pero no. De esas pequeñas cosas doradas que hacen soñar a los holgazanes. Pero yo soy una persona seria ! No tengo tiempo para ensoñaciones. 

- Ah! ¿estrellas?

- Sí, eso. Estrellas.

- Y ¿qué haces con quinientos millones de estrellas?

- Quinientos un millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno. Yo soy un hombre serio, soy preciso.

- Y ¿qué haces con esas estrellas?

- ¿Qué hago con ellas?

- Sí.

- Nada. Las poseo.

- ¿Posees las estrellas?

- Sí.

- Pero yo ya he visto un rey que...

- Los reyes no poseen, "reinan" sobre. Es muy diferente.

- ¿Y para qué te sirve poseer las estrellas?

- Me sirve para ser rico.

- ¿Y para qué te sirve ser rico?

- Para comprar más estrellas, si alguien encuentra.

Éste, se dijo el principito, razona un poco como mi borracho.

Sin embargo, siguió preguntando:

- ¿Cómo se puede poseer las estrellas?

- ¿De quién son? - replicó, gruñón, el hombre de negocios.

- Qué sé yo. De nadie.

- Entonces son mías, porque se me ocurrió primero.

- ¿Es suficiente?

- Desde luego. Cuando encuentras un diamante que no es de nadie, es tuyo. Cuando encuentras una isla que no es de nadie, es tuya. Cuando eres el primero en tener una idea, la haces patentar: es tuya. Y yo poseo las estrellas, puesto que nunca nadie antes que yo pensó en poseerlas.

- Eso es verdad – dijo el principito. – ¿Y qué haces con ellas?

- Las administro. Las cuento y las recuento – dijo el hombre. – Es difícil. Pero yo soy una persona seria !

El principito no estaba aún satisfecho.

- Yo, si poseo un pañuelo, puedo ponérmelo alrededor del cuello y llevarlo. Yo, si poseo una flor, puedo recogerla y llevarla. Pero tú no puedes recoger las estrellas !

- No, pero puedo invertirlas en el banco.

- ¿Qué significa eso?

- Significa que anoto en un papelito la cantidad que tengo de estrellas. Y luego guardo ese papel en un cajón con llave.

- ¿Y eso es todo?

- ¡Con eso basta!

Es divertido, pensó el principíto. Es bastante poético. Pero no es muy serio.

El principíto tenía sobre las cosas serias ideas muy diferentes a las de los adultos.

- Yo – agregó – poseo una flor que riego todos los días. Poseo tres volcanes que deshollino todas las semanas. Porque deshollino también el que está apagado. Nunca se sabe. Es útil para mis volcanes, y es útil para mi flor, que yo los posea. Pero tú no eres útil para las estrellas.

El hombre de negocios abrió la boca pero no encontró nada para responder, y el principíto se fue.

Los adultos son decididamente muy extraordinarios, se decía simplemente a sí mismo durante el viaje.


****




CAPÍTULO XX


Pero sucedió que el principito, habiendo caminado mucho tiempo a través de arena, rocas y nieve, descubrió por fin una ruta. Y todas las rutas van hacia los hombres.

- Buenos días – dijo.

Era un jardín florido de rosas.

- Buenos días – dijeron las rosas.

El principito las miró. Todas se parecían a su flor.

- ¿Quiénes son ustedes? – les preguntó, estupefacto.

- Somos rosas – dijeron las rosas.

- ¡Ah! – respondió el principito.

Y se sintió muy desgraciado. Su flor le había contado que era la única de su especie en el universo. Y he aquí que había cinco mil, todas parecidas, en un solo jardín!

"Ella estaría muy molesta – se dijo – si viera esto... tosería muchísimo y fingiría morirse para escapar al ridículo. Y yo estaría obligado a fingir que la auxilio, porque si no, para humillarme a mí también, se dejaría morir de veras..."

Luego continuó diciéndose: "Me creía poseedor de una flor única, y sólo tengo una rosa ordinaria. Eso y mis tres volcanes que me llegan a la rodilla, uno de los cuales posiblemente esté apagado para siempre, no hacen de mí ciertamente un gran príncipe..." 

Y, tendido en la hierba, lloró.



                                     ****

miércoles, 26 de abril de 2017

CLARISSA PINKOLA ESTÉS - MITOS Y CUENTOS DEL ARQUETIPO DE LA MUJER SALVAJE


“Dentro de toda mujer alienta una vida secreta, una fuerza poderosa llena de buenos instintos, creatividad y sabiduría. Es la Mujer Salvaje, una especie en peligro de extinción debido a los constantes esfuerzos de la sociedad por "civilizar" a las mujeres y constreñirlas a rígidos papeles, que representan la esencia femenina instintiva…”


Pablo Picasso, Dos mujeres corriendo por la playa. 1922



EL JUBILO DEL CUERPO: La carne salvaje


" .. Allá arriba en el norte vi una vez una vieja loba que sólo tenía tres patas, era la única que podía pasar a través de una grieta donde crecían los arándanos. Otra vez vi a una loba gris agacharse y pegar un brinco tan rápido que , por un segundo, dejó la imagen de un arco de plata en el aire. Recuerdo a una muy delicada, una recién parida todavía con el vientre deformado, pisando el musgo del borde del estanque con la gracia de una bailarina.

Y, sin embargo, a pesar de su belleza y de su capacidad para conservar la fuerza, a las lobas se les habla a veces de la siguiente guisa: 

"Estás demasiado hambrienta, tienes unos dientes demasiado afilados, tus apetitos son demasiado interesados".


Diego Rivera

Tal como ocurre con las lobas, a veces se habla de las mujeres como si sólo un cierto temperamento, sólo un cierto apetito moderado fuera aceptable. A lo cual se añade con harta frecuencia un juicio sobre la bondad o la maldad moral de la mujer según su tamaño, estatura, andares y forma se ajusten o no a un singular y selecto ideal. Cuando se relega a las mujeres a los estados de ánimo, gestos y perfiles que sólo coinciden con un único ideal de belleza y conducta, se las aprisiona en cuerpo y alma y ya no son libres.

El cuerpo es un ser multilingüe. Habla a través de su color y su temperatura, el ardor del reconocimiento, el resplandor del amor, la ceniza del dolor, el calor de la excitación, la frialdad de la desconfianza. 

Habla a través de su diminuta y constante danza, a veces balanceándose, otras moviéndose con nerviosismo y otras con temblores. 

Habla a través de los vuelcos del corazón, el desánimo, el abismo central y el renacimiento de la esperanza.


El cuerpo recuerda, los huesos recuerdan, las articulaciones recuerdan y hasta el dedo meñique recuerda. El recuerdo se aloja en las imágenes y en las sensaciones de las células.



Émile Bernard


"Las lobas sanas y las mujeres sanas comparten ciertas características psíquicas: 

Una aguda percepción, un espíritu lúdico y una elevada capacidad de afecto. 

Las lobas y las mujeres son sociables e inquisitivas por naturaleza y están dotadas de una gran fuerza y resistencia. Son también extremadamente intuitivas y se preocupan con fervor por sus vástagos, sus parejas y su manada. Son expertas en el arte de adaptarse a las circunstancias siempre cambiantes y son fieramente leales y valientes.

Y, sin embargo, ambas han sido perseguidas, hostigadas y falsamente acusadas de ser voraces, taimadas y demasiado agresivas y de valer menos que sus detractores.



Aristide Maillol, Las dos muchachas junto al río, 1939.


Han sido el blanco de aquellos que no sólo quisieran limpiar la selva sino también el territorio salvaje de la psique, sofocando lo instintivo hasta el punto de no dejar ni rastro de él. La depravación que ejercen sobre los lobos y las mujeres aquellos que no los comprenden es sorprendentemente similar. Por consiguiente, fue ahí, en el estudio de los lobos, donde por primera vez cristalizó en mí el concepto del arquetipo de la Mujer Salvaje"

"La existencia de la Mujer Salvaje también se percibe a través de la visión; a través de la contemplación de la sublime belleza. La he sentido en mi interior viendo venir a los pescadores del lago en el crepúsculo con las linternas encendidas y, asimismo, contemplando los dedos de los pies de mi hijo recién nacido, alineados como una hilera de maíz dulce. La vemos donde la vemos, o sea, en todas partes.

Viene también a nosotras a través del sonido; a través de la música que hace vibrar el esternón y emociona el corazón; viene a través del tambor, del silbido, de la llamada y del grito. Viene a través de la palabra escrita y hablada; a veces, una palabra, una frase, un poema o un relato es tan sonoro y tan acertado que nos induce a recordar, por lo menos durante un instante, de qué materia estamos hechas realmente y dónde está nuestro verdadero hogar."






La Doctora Clarissa Pinkola Estés es una psicoanalista Junguiana internacionalmente reconocida como especialista, poeta, contadora y guardiana de antiguos cuentos de la tradición latinoamericana.

Se doctoró en Estudios Interculutrales y psicología Clínica, y desde hace 23 años se dedica a la enseñanza y a la práctica privada de la psiclolgía. La doctora Estés empezó a escribir este libro en 1971 y le ha dedicado más de veinte años.






"Con miedo o no, es un acto del más profundo amor permitirse a uno mismo ser movido por el alma salvaje de otro. En un mundo donde los humanos tienen tanto miedo a "perder", hay demasiados muros que nos protegen de disolvernos en lo luminoso de otra alma humana"

sábado, 8 de abril de 2017

¿QUÉ SOY? ¿HACIA DÓNDE VOY? - CLARICE LISPECTOR NOS DESNUDA SU ALMA


Tengo varias caras.
Una es casi bonita, otra es casi fea.
¿Qué soy? Un casi todo.




En la punta del lápiz el trazo. Donde expira un pensamiento hay una idea, en el último suspiro de la alegría otra alegría, en la punta de la espada la magia: es allí donde voy.
En la punta del pie el salto. Parece la historia de alguien que fue y no volvió: es allí donde voy.
¿O no voy? Voy, sí. Y vuelvo para ver cómo están las cosas. Si continúan mágicas. ¿Realidad? Yo os espero. Es allí donde voy.




En la punta de la palabra está la palabra. Quiero usar la palabra "tertulia", y no sé ni dónde ni cuándo. Al borde de la tertulia está la familia. Al borde de la familia estoy yo. A la orilla de mí estoy yo. Es hacia mí adonde voy.
Y de mí salgo para ver. ¿Ver qué? Ver lo que existe. Después de muerta es hacia la realidad adonde voy.

Mientras tanto, lo que hay es el sueño. Sueño fatídico. Pero después, después todo es real. Y el alma libre busca un rincón para acomodarse. Soy un yo que anuncia. No sé sobre qué estoy hablando. Estoy hablando de nada. Yo soy nada. Después de muerta me agrandaré y me esparciré, y alguien dirá con amor mi nombre. Es hacia mi pobre nombre adonde voy.






En el extremo de mí estoy yo. Yo, implorante, yo, la que necesita, la que pide, la que llora, la que se lamenta. Pero la que canta. La que dice palabras. ¿Palabras al viento? Qué importa, los vientos las traen de nuevo y yo las poseo. Yo a la orilla del viento. La colina de los vientos aullantes me llama. Voy, bruja que soy. Y me transmuto. Oh, cachorro ¿dónde está tu alma? ¿Está cerca de tu cuerpo? Yo estoy cerca de mi cuerpo. Y muero lentamente. ¿Qué estoy diciendo? Estoy diciendo amor. Y cerca del amor estamos nosotros.


[..]


(Traducción de Cristina Peri Rossi)


Clarice Lispector (Es allí donde voy, fragmento)



*.- Todas las pinturas son del querido pintor Guillermo Martí Ceballos.



*.- Más allá de la oreja existe un sonido, en el extremo de la mirada Clarice Lispector: es allí donde voy. 

Los escritores plasman sus palabras de distinta forma y sentido, Lispector se encuentran entre los que escriben por la necesidad, no sólo de contar, sino de querer transformar el mundo que contemplan, de darle la vuelta, de vivir en una búsqueda perenne de lenguaje para crear otro mundo que tenga sus propias normas, su propio modo de expresión. 

Es la existencia que duele, que duele porque a través del dolor uno percibe que es responsable y libre. El hombre es libre, en primer lugar, porque es él quien da un significado a las cosas, y por consiguiente lo es por naturaleza, (que ya dijo sabiamente Sartre) puesto que el sentido del mundo depende de él. Pero si se niega a usar esta libertad, si se contenta con el sentido convencional de las cosas, si se deja impresionar por las comedias de la vida y representa un papel en lugar de vivir verdaderamente, enajena su voluntad.

Por eso es importante su lectura, pues nos invita a ser cómplices de la búsqueda de otro mundo, que todos podemos crear. Nos invita a pensar y vivir de otra manera.

viernes, 25 de noviembre de 2016

VIOLENCIA MACHISTA - MUJERES ASESINADAS A MANOS DE SU PAREJA

HOY, DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA

¡¡ VA POR NOSOTRAS, LAS MUJERES INSOLENTES, LIBRES Y CON VOZ !!


Olaf Hajek

Llegó como una carta a la sección Sobre Abierto en Septiembre de 1994, se trataba de un poema de una compañera peruana que había vivido violencia a manos de un chileno que la llevó a Chile, entre todo lo que nos contaba, decía : "sufrí violencia a manos de mi pareja, fui acogida por la Casa de la Mujer de Valparaíso, y tras un difícil proceso logré decir lo que sentía". 


Y lo había plasmado en el siguiente poema:



IDEARIO DE UN GENERO


I


Te acercas y me buscas
huelo tu piel a barro seco, polvoriento
tosco, duro, indiferente.

Rebalsa mi alma de amargos, insoportables recuerdos,
retroceso, depresión, náuseas, dolor, hueco negro, ausencia.


II


Reciclo, estoy reciclando recuerdos,
cada gota de hiel y de amargura;
de millones de voltios de impotencia.

Rabia retenida, miedo de gritar, ganas de morir.
Al reciclar recuerdo, al recordar no olvido,
no disculpo, me distancio,
me voy de tu cuerpo, de tu alma,
regreso a mi cuerpo, a mi alma
y puedo, me atrevo y soy
empiezo y estoy, ahí donde voy a llegar
con la nueva y reinventada energía de mi vida.


III


Se te permite pensar
sólo hasta cuando nuestra fuerza se impone
y te convence que,
si piensas demasiado
si hablas demasiado
reclamas demasiado
eres demasiado

(y yo determino cuando es demasiado)

eres insolente, igualada, puta, altanera, bruta,
incapaz, desleal, vulgar, y sobre todo, más aún,
según yo y para siempre
irremediable, irrecuperablemente, loca.


Remedios Varo, "Angustia", 1947 


IV


No tienes derecho a ser, si no eres a través mío,
apóyame, estimúlame, compláceme, ámame.

Sé, santa, madre, amante,
trabajadora, leal, luchadora,
incansable, ¡perfecta!
para cuando yo quiera,
para cuando yo desee
para cuando no desee
para cuando mi alma se sienta bien
o cuando broten como lava ardiente y encendida
mis más secretas y guardadas
negadas y ocultadas
dolorosas taras.


V


Yo soy fuerte, inteligente
o no lo soy, pero soy mejor que tú
traigo la plata o no la traigo,
tomo o no tomo
pienso o no pienso
pero yo soy
tú existes si yo te lo permito
si yo te lo consiento
porque yo te puedo arrebatar
(y lo sabe tu cuerpo y tu mente)
la dignidad, el respeto, la vida a borbotones.

Yo nací para mandar, tú para ser doblegada,
lo entiendes con palabras o a golpes de mis manos
lo entiendes a las buenas, o lo entiendes a las malas,
mando yo.


VI


Me matarás tal vez el cuerpo, a golpes de tus manos,
te burlarás de mí
me quitarás la plata, la dignidad y los pasajes
me echarás de la casa, me insultarás
me humillarás cada día, tu silencio cruel será mi compañía
dirás que soy fea, flaca, gorda, estúpida, maltrecha y media tarada 
que soy vieja, que estoy mal, que me veo mal,
que no sirvo ni en la cama o que te sirvo demasiado
por lo tanto una vez más soy puta

Pero... podrás romperme el alma con unas cuantas palabras
en un millón de pedazos,
me quedaré sola y asustada en esta cárcel de vidrio
que sólo yo percibo.

Pero... ya es hora que de una vez entiendas
que jamás
(aún si llego a permitir exhausta que mi cuerpo
muera entre tus manos)
jamás podrás matar, mis sueños y mis besos
sentidos, soñados o inconfesos
mi piel que huele a rosas y le gusta el terciopelo
y mis manos, tan vivas y tan llenas
que le entregan al mundo la vida y el pan.


VII


He cometido una gran injusticia,
me he matado mil veces, sin haber crecido ni una,
me he impedido el sol mi único e irrepetible cuerpo desnudo,
me negué mi amor, el más puro, incondicional y verdadero,
el mío, el mejor, el propio.


VIII


He despertado del sueño aletargante de mi propio dolor
conocido por mí, soportado por mí,
he aguantado la angustia con mis manos
he deseado la muerte, he querido descanso,
pero... aquí estoy hoy día, creciendo, intentando, haciendo, soñando.


IX


Insolencia, te declaro, te afirmo, te grito,
desbordante, sorprendente, reveladora, hermosa
insolencia.


X


Testamento para mí:

seré cantante, loca, dibujante,
artista, escritora, siempre innovadora,
aplastante, mujer, libre, libertina y libertaria,
insolente, irreverente,
caminaré hacia el sol,
y cada día viviré
desde mí, para mí, este estar viva,
para hoy desde hoy y para siempre.


XI


Mi tiempo ha llegado
yo lo he tomado,
por eso
impostergable y felizmente ha llegado.




Linda Palacios Maestre, poeta peruana. 



En el año 1935 Frida Kalho tradujo a la pintura una noticia periodística que relataba el terrible asesinato machista de una mujer. El asesino declaró delante del juez que sólo habían sido "unos cuantos piquetitos" (puñaladas). La sangre de las heridas está por todas partes, hasta en el marco.